loukamenguante

Wednesday, August 18, 2010


LA VIDA LE DEBE
Después de su casita de población y su joyita que debía ser empujada al comenzar la dura jornada en la capital, recibió el datito y se vino con familia y petacas al norte minero.
En pocos años: Casa amplia, jeep, colegios pagados y gimnasio para botar las sobras. ¡Todo le ha salido muy bien! Pero, cada ciertos días debe subir a una mujer alegre a su 4 x 4, para que le de lo que la vida aún le debe.



NOTA: estos dos ultimos cuentos, los envié al concuso "Antofagasta en 100 plabras".....tampoco vi una.



SIN PERRO QUE TE LADRE
Cuenta mi abuela que, hace muchos años, existían perritos llamados Vagos, como sinónimo de miserables, picantes y cagones. Que se les veía pasear felices como Pedro por su casa. A veces, se enamoraban de una misma perrita vaga y en grupos, de increíble diversidad en tamaños y colores seguían a la coqueta.
Pero el año 2010 comenzó la esterilización de estos vaguitos y cada vez nacieron menos y menos. Hoy no hay un perro que nos ladre cuando todos nos han fallado.
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PONER EN MARCHA EL DESIERTO



(prosa poética que envié al concurso "La Poesía Está Escondida", no vi una....)

De pronto la industrialización rasgó la soledad del desierto, las pasiones tomaron forma de mineral. La cascara del tiempo, entre pujos de sol y polvo –resueltamente- dio a luz lo que sería “La gran minería del cobre”.

Llegaron hombres, trenes y maquinarias, se dirigieron faenas, se construyeron oficinas, galpones y líneas férreas…lejos quedaba el indio y su Chuqui Kamac, lejos el mazo que fragmentaba el metal. Brotaron estaciones: puertas de entrada a nuevas técnicas, pericias, nomenclaturas y apellidos gringos, artífices en el resurgimiento de la explotación moderna que daría renombre mundial al norte Chileno.

Ese día histórico, el engranaje estaba perfectamente organizado. Efluvios de agua y fuego recibieron al que bautizarían “Sueldo de Chile”. Desde la mina a los estanques; desde la fundición a los vagones. Y de ahí, a la esperanzada prosperidad. El lazo trabajo/ hombre ¡Todo a punto!.

Autoridades de gobierno, vinieron a sorprenderse de la gran infraestructura que, con tanto tesón y dedicación, habían logrado en tiempo record los hombres mineros; a quienes se les entregó dos botellas de cerveza esa mañana cobriza de vida, para que hicieran salud. Había que festejar el portentoso suceso: ¡poner en marcha el desierto chileno!.



Deser.Tika

DOMINGO NUBLADO

(Adaptación a poesía…Aida Santelices Kostópulos)


Domingo nublado… te pareces a mi corazón,
Mi corazón donde nunca jamás ha vuelto a salir el sol
Está siempre nublado.
Llanto perpetuo, promesa y
Desgarro contenido.

Cristo y la Virgen María
Cristo y la Virgen María
Cargaron con el llanto como yo…n u b l a d o.

¡Oh corazón… te has nublado!
Desde el día en que perdí, junto a mi pueblo
Toda esperanza, toda alegría
¡¡Te has nublado!!

Domingo nublado,
Haces que mi corazón sea una sola lágrima

¡Domingo nublado¡
Haces que mi corazón sangre

¡Domingo nublado!
Cuando te veo llorar
Mi corazón también llueve en rojo …Y
¡¡No puedo calmarme ni por un segundo!!
vienen los suspiros con todo el peso de la vida
Gris…fragmentada
Entonces... mi vida se oscurece….
P e s a d a m e n t e ….SOFOCA….abate… OSCURECE

DOMINGO NUBLADO



Esta canción fue escrita por Vasilis Tsitsanis uno de los grandes compositores poco después de la segunda guerra mundial





TO BOUNO
(La Montaña)
(Adaptación a poesía de Aida Santelices Kostópulos)

Escalaré y cantaré en la montaña más alta
Porque no existe agonía más grande que,
La que vive en mis venas.

La naturaleza se estremecerá con mi canto
Y desde la montaña más alta lanzaré mis desgarros
Fundidos en melodía.
Mi pena será música… canto en el aire, mi dolor.

La montaña será mi amigo y
Los altos pinos mis compañeros
Y cuando rebase mi sufrimiento
Las hojas caerán llevándose toda esperanza con el viento
Entonces, suspirará la montaña y sentirá la tierra.

Llorando y sufriendo lejos del mundo
La naturaleza se fundirá en mi dolor.
¡Seremos uno con la montaña!

Unidos en mi desolación. Y ya nunca
¡Nunca bajaré!